Los expertos del entorno empresarial destacan la importancia de la innovación para avanzar hacia una industria alimentaria más inteligente.
En ese sentido, tecnologías como el aprendizaje automático, la automatización, el uso masivo de datos, el procesamiento del lenguaje natural o la robótica ayudan a mejorar la eficiencia, la flexibilidad productiva, la trazabilidad y la logística, así como a reducir los costes de producción y los residuos.
La irrupción del coronavirus ha hecho de catalizador para lograr una mayor digitalización de las empresas alimentarias, aunque existe una brecha entre los grandes y los pequeños operadores. Sin embargo, los fondos europeos destinados a la digitalización para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado pueden ser de gran ayuda para que las empresas puedan acometer el reto de la digitalización.
Industria 4.0
El término Industria 4.0 es el nombre que se ha dado al proceso de digitalización de las industrias dentro de la cuarta revolución industrial en la que estamos inmersos. Este proceso de digitalización pretende aprovechar los avances tecnológicos actuales para obtener información de los procesos productivos mediante la implantación de sensores, instrumentación, PLC´s, pantallas táctiles, lectores de códigos de barras… recogiendo los datos que permitan generar información útil en tiempo real.
Aprovechar esta información para su análisis desde múltiples canales, donde las empresas sean capaces de analizarla para tomar decisiones de forma inmediata en los niveles más cercanos al terreno “gemba”, es el objetivo y la ventaja competitiva que esta nueva revolución aporta.
La implantación y explotación de las oportunidades tecnológicas a través de la digitalización no debe limitarse al cálculo automático de indicadores como el OEE, el reporte de cantidades y horas de producción a los ERP’s o el control de lotes para trazabilidad, si no que se debe aprovechar esta oportunidad para implantar y afianzar nuevas formas de gestión que lleven a las organizaciones a mejorar cada día la competitividad.
Flexibilidad para adaptarse al mercado
Por otro lado, la industria se enfrenta continuamente al reto de adaptar sus recursos y medios de producción a cambios bruscos en la demanda por parte del mercado. Estos cambios pueden venir originados por múltiples causas, como por ejemplo, la pandemia de la COVID-19.
Estos cambios obligan a las empresas a disponer de procesos de producción flexibles, capaces de asumir esta variabilidad transmitiendo a la cadena de valor la menor pérdida de productividad para mantener la competitividad y asegurar la viabilidad de nuestra empresa.
CGI cuenta con más de 20 años de experiencia implementando y aplicando estrategias de innovación y mejora de la flexibilidad, ayudando a empresas del sector de Alimentación y Bebidas a ganar competitividad.
Autor:
F. Javier Rodríguez San Quirico
Director General / CEO en CGI
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